Dientes Waterloo
Los dientes Waterloo solucionaron los problemas buco-dentales de los adinerados ingleses a principios del siglo XIX. Estos, tenian sus dientes en un estado lamentable y la odontología era una especialidad médica casi desconocida. Así mismo tenían la imperiosa necesidad de remediar sus dolores y carencias estéticas. A los problemas dentales, por la falta de higiene, se añade ahora el «azúcar», el mejor aliado para las caries. Recodemos que tras descubrir Ámerica los españoles introdujimos en toda Europa la caña de azúcar entre otras cosas. Es en este momento, cuando la profesión de dentista comienza a ganar cierto prestigio y a ser una profesión respetada.
Pero antes, un poco de historia. La batalla de Waterloo se desarrolló cerca de la ciudad del mismo nombre en la actual Bélgica. El 18 de Junio de 1815 combatieron las tropas de Napoleón contra un ejercito compuesto por británicos, holandeses y alemanes.
Napoleón fue derrotado y en el campo de batalla murieron unos 50.000 soldados de los dos ejércitos. La mayoría de estos soldados eran jóvenes con dientes fuertes y sanos. A muchos de ellos, antes de enterrarlos, les sacaban los dientes, que fueron a parar “al mercado inglés“. Tras esta batalla en Reino Unido encontraron una solución al problema de los ricos, reparar y crear dentaduras con estas piezas de soldados muertos.
A este tipo de dentaduras se les denominó “Waterloo Teeth” (dientes Waterloo).
Durante varios años se siguió llamando así a todas las dentaduras postizas elaboradas con dientes sanos, independientemente de su procedencia.
A finales del siglo XVIII y principios del XIX «todo el mundo estaba incursionando en la odontología«, dice Rachel Bairsto, responsable del museo de la Asociación Dental Británica, situado en el centro de Londres.
Y con todo el mundo, se refiere a joyeros, químicos, peluqueros, incluso a herreros. Era todo un lujo llevar una dentadura de dientes de Waterloo “Waterloo Teeth».